noviembre 21, 2024

COVID-19: ¿VIRUS O CIUDADES RACISTAS?

Imagen: El País.

En Lima, cerca del 30% de la población vive con un muy limitado acceso a los servicios básicos, perjudicando su salud y dejándolos más vulnerables frente a enfermedades como el Covid-19. ¿Existe un camino de solución?

En los últimos días hemos visto como diversos sucesos han desencadenado una importante polémica en torno a la supuesta mayor vulnerabilidad de ciertos grupos étnicos a los efectos del Covid-19.  El Ministerio de Cultura del Perú publicó una infografía[1] en la que instaba a la población afroperuana a tomar particular precaución ante el avance del covid-19, en especial si tenían “hipertensión arterial, diabetes u otra enfermedad crónica”. Dicha publicación fue fuertemente criticada porque no quedaba claro lo que quería comunicar.

En respuesta a ello, el Comité de Lectura elaboró un podcast especial en el que se entrevistó a especialistas en comunicación y salud, el cual recomendamos escuchar[2].  La doctora Gabriela Noles[3] mencionó que las supuestas diferencias del estado de salud de los afrodescendientes en las américas no tenían que ver con factores genéticos, sino con factores sociales, es decir las circunstancias en la que se desarrollan: vulnerabilidad, limitado acceso a la salud y educación, pobreza y trabajo.

Esta discriminación histórica no la vive solamente la comunidad afroamericana, el crecimiento de los contagios y decesos en países como Brasil[4], Perú[5] y Argentina[6] se está dando entre los grupos más vulnerables de la sociedad, que no pueden mantener las medidas de confinamiento y distanciamiento social por las condiciones en las que viven y trabajan.

La ciudad, como bien sabemos, es un constructo social, y como tal refleja lo que somos como sociedad.  América Latina es uno de los continentes con mayor desigualdad urbana, siendo que la mayoría de sus ciudades se ubican cerca del 0,6 en el coeficiente de Gini (que mide la desigualdad de ingresos de 0 a 1, siendo 0 la perfecta igualdad, y 1 la máxima desigualdad)[7].

El caso del Perú no es menos alarmante, si bien a nivel país en los últimos años se ha visto una ligera pero sostenida reducción de la pobreza, las diferencias se han acrecentado en la población urbana, siendo que en Lima Metropolitana se registró un incremento del 1,1% con respecto al 2018, situándose cerca del 15%[8].

Según el economista Marcel Ramírez, con las medidas adoptadas para frenar la propagación del covid-19 1 millón 526 mil 184 hogares estarían en riesgo de volver a la pobreza[9].  En ese sentido, la investigación desarrollada por los economistas Pablo Lavado y César Liendo concluyó que las consecuencias del covid-19 nos harían retroceder 10 años en la lucha contra la pobreza, afectando a más del 30% de la población[10].

Es evidente que dichas cifras impactarán duramente en nuestras ciudades, evidenciando más aún las enormes diferencias que separan a los vecinos de los distritos consolidados (que cuentan con la cobertura al 100% de los servicios urbanos), con los de los llamados distritos emergentes o populares.

En Lima, cerca del 30% de la población vive en asentamientos humanos en las laderas de los cerros[11], con un muy limitado acceso a los servicios básicos.  Un tercio de ellos no tienen acceso a agua potable[12], y la mayoría es atendida por camiones cisterna.  Dicha precariedad con la que hemos convivido por décadas hoy nos ha mostrado su peor rostro, evidenciando la imposibilidad del Estado de poder garantizar la vida de sus ciudadanos.

El gobierno del Perú ha tomado una acción sin precedentes, destinando el 12% de su PBI para la contención de la crisis económica producto de la pandemia; dentro de ese conjunto de medidas se ha otorgado un bono extraordinario para las personas más vulnerables[13].  Estas medidas son muy importantes, pero su impacto será limitado en la medida que el Ejecutivo no trabaje junto a los gobiernos locales, y que dicha contención se consolide en una inversión millonaria en el mejoramiento estructural de nuestras ciudades.

¿Podremos superar esta crisis social?

De la forma como se administran y se invierte invierte en nuestras ciudades, no.  Ello debido a que los gobiernos locales no cuentan con los recursos suficientes para poder emprender importantes obras de infraestructura y saneamiento, y a que la capacidad de inversión del Ejecutivo está fraccionada en ministerios incapacitados para gestionar políticas integrales.

Ello se agrava con el hecho que la planificación urbana no se usa como herramienta para orientar el desarrollo integral, siendo que los proyectos se abordan de forma autónoma.  Por ejemplo, el metro Línea 2 no se planificó bajo una visión integral que capitalice la inversión en el mayor aprovechamiento del suelo (zonificación, alturas y usos), reforzando los otros sistemas (redes, parques, transporte, educación, salud, etc.), y financiando parcialmente su ejecución desde el mayor valor de la tierra.

¿Existe un camino de solución?

Si, siempre. Debemos aprovechar esta particular coyuntura para fortalecer la gobernanza de nuestras ciudades, incrementando sus partidas presupuestarias de tal forma que sea la administración local la responsable de gestionar de forma integral la mejora en la calidad de vida de sus vecinos.

Con una comparación ponemos en evidencia la enorme distancia que nos separa de otros países de la región, el presupuesto de Lima para el año 2019 fue de 762 millones de dólares, que equivale a 84 dólares de gasto por vecino, mientras que el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue de 7 400 millones de dólares, que equivale a 2 300 dólares por vecino.

Debemos utilizar la planificación urbana como base para determinar los proyectos que se ejecuten en la ciudad, capitalizando al máximo su impacto positivo, y financiándoles con el mejor y mayor aprovechamiento del suelo.

Debemos gestionar leyes que habiliten a los gobiernos locales a desarrollar proyectos integrales de regeneración urbana, reestructurando la propiedad predial con la finalidad de incrementar su rendimiento a la vez que se generan nuevos equipamientos y servicios.  Ello basado en el potencial edilicio y no en los metros cuadrados.

Debemos comprender que la única forma de reducir la pobreza y la vulnerabilidad urbana es invirtiendo de forma integral en el mejoramiento de la ciudad, y que el Estado debe asumir el liderazgo de ese proceso, invitando a la empresa privada a complementar el esfuerzo.  No se puede pretender resolver el problema de la vivienda reduciendo las áreas libres, parques y equipamientos que la norma exige, sino todo lo contrario, debemos construir una mejor ciudad para que exista una mejor vivienda.

El reto es grande, pero no podemos no estar a la altura de ello, empecemos ahora a trabajar para que esa “nueva normalidad” sea menos desigual, menos discriminativa y menos miserable.

 

[1] https://twitter.com/MinCulturaPe/status/1265786835961348096/photo/1

[2] https://soundcloud.com/comitedelectura/podcast-especial-mas-alla-de-la-polemica-el-mincul-la-poblacion-afroperuana-y-el-covid-19

[3] https://pe.linkedin.com/in/gabrielanoles

[4]https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/las-favelas-en-brasil-una-situacion-critica-y-de-dimension-desconocida-nid2366238

[5] https://www.telam.com.ar/notas/202005/464592-peru-coronavirus-pandemia-errores-aciertos.html

[6] https://www.lanacion.com.ar/politica/covid-19-se-esparce-asentamientos-vulnerables-si-nid2370724

[7] https://www.elobservador.com.uy/nota/la-desigualdad-urbana-en-america-latina-2019410145527

[8] https://gestion.pe/peru/nivel-de-pobreza-en-peru-se-redujo-ligeramente-en-el-2019-noticia/?ref=gesr

[9] https://gestion.pe/economia/en-el-peru-hay-mas-de-15-millones-de-hogares-en-riesgo-de-volver-a-la-pobreza-tras-el-coronavirus-noticia/

[10] https://focoeconomico.org/2020/05/29/covid-19-pobreza-monetaria-y-desigualdad/

[11] https://www.hispantv.com/noticias/peru/448769/pobreza-laderas-cerros-lima

[12] https://www.clarin.com/mundo/coronavirus-peru-pandemia-descontrola-pobreza-gestion-deficiente_0_T3oAk8ZNK.html

[13] https://www.infobae.com/america/america-latina/2020/04/02/peru-tomo-una-medida-economica-sin-precedentes-para-afrontar-el-coronavirus-abre-la-caja-de-sus-ahorros-fiscales/